Blogia
cotorreando

Casos y cosas

Ub país de padres vijeos

El físico miedo de ser capaz de mantener una familia, sumado a la inseguridad de tener un empleo ha llevado a los hombres en Colombia a postergar la edad para ser padres. Las últimas estadísticas dejan ver que cada vez es más frecuente encontrar hombres de 40 años que apenas se asoman a la paternidad. Esta situación como es obvio tiene repercusión en la crianza de los hijos.

En el Siglo XX hombres usualmente tenían tendencia a casar mucho más jóvenes. Hoy en día las edades de matrimonio las vemos mucho más de mayor edad, pasando los 30. De esa forma muchos alejan la posibilidad de conocer y compartir con sus nietos haciéndolo imposible con los bisnietos. Cuando surja la nueva generación ya son ancianos.

Los papas colombianos ahora prefieran tener hijos después de los 40, dice categóricamente un informe del Departamento Nacional de Estadísticas y señala que la causa es el miedo a mantener una familia es el protagonista del cambio en las costumbres nacionales. El problema tiene fondo netamente económico.

La respuesta normal que justifica la situación es la de que ser papá en estos tiempos no es fácil ni en los estratos altos, ni en los estratos bajos. Las exigencias de un nivel cultural alto obliga estudiar muchos años a los jóvenes y luego viene la necesidad a alcanzar un nivel económico laboral estable.

Los porcentajes de los ingresos del padre que se destinan al mantenimiento de una familia son muy diferentes dependiendo los estratos socioeconómicos. Mientras los estratos bajos destinan el 40 por ciento del sueldo a la alimentación, los estratos altos destinan tan solo un 15%.

Las preocupaciones de los papás de estratos altos como de estratos bajos son las mismas, “las deudas” que genera mantener un flujo económico para el sostenimiento del hogar. La tendencia reflejas que el fenómeno se mantendrá por muchos años al punto que podría convertirse en costumbre nueva entre todos los colombianos.

Ataca más las mujeres

El cáncer de la piel no melanoma es más común entre la población femenina del Área Metropolitana de Bucaramanga que en la masculina. Se trata de un comportamiento diferente a los estándares mundiales. Es común detectarlo en la cara, el tronco, los miembros superiores, el cuero cabelludo y las orejas.
La afirmación se desprende de una investigación que realizó en la capital santandereana la patóloga, Claudia Janeth Uribe Pérez, vinculada a la docencia en la facultad de medicina de la Universidad Autónoma de Bucaramanga. La enfermedad ataca en las partes de la piel expuestas al sol y sus víctimas están 40 y 70 años.
Según las estadísticas y estudios mundiales, se establece que la patología es más común en ellos que en ellas, pero aquí la situación es invertida y es mucho más común en la población femenina santandereana. De 726 casos diagnosticados durante el primer año de investigación 403 fueron de féminas y 323 varones. En el sigue 499 mujeres y 439 hombres.
“Hay una inquietud y es la de que no sabemos porqué la mujer es la más afectada. Si se preocupa más por su salud, en otras palabras, es la que más ve al médico mientras ellos guardan silencio. De todas maneras es cuestión de continuar estudiando hasta llegar a la total perfección del estudio sobre el cáncer en el Área Metropolitana de Bucaramanga y sus municipios satélites”, explicó Uribe Pérez.
Las personas blancas, de ojos claros y cabello caro son las de mayor probabilidad de contraer el cáncer, al igual que quienes permanecen horas al sol ya sea por cuestiones laborales o deportivas. La presencia de machas, protuberancias en la piel deben servir de alerta, como también cambio de color y tamaño de lunares o lesiones de la piel que no mejoran.
De las ciudades colombianas, este es el único estudio serio sobre el tema, no se sabe con certeza científica que pueda ocurrir en otros departamentos colombianos. Aquí el sol que es fuente de vida puede convertirse en fuente de muerte.