Crueldad con Julio César Turbay Ayala
No se cuantos años pueda llegar a tener el ex presidente, Julio César Turbay Ayala, pero lo que si se ve por encima es que están abusando de su generosidad. Podemos darnos cuenta, por lo sucedido, que sus habilidades están bastante desgastadas al punto de que no puede leer un discurso de dos folios. Este personaje de la política colombiana ya no es capacitado para esos trotes y obligarlo, como parece que lo están haciendo los liberales que quieren volver al partido liberal de derecha, es aplicarle un trato inhumano que no se merece.
Ponerlo a dar declaraciones, como la registrada por un periódico nacional cuando aseguran que planteó la posibilidad de que la Corte Constitucional se declare incompetente para decidir la exequibilidad de la reforma que aprobó la reelección presidencial inmediata en el país, es pedirle al organismo judicial que no cumpla con sus funciones y que deje pasar las cosas de agache. Los magistrados de la Corte constitucional saben que hacer.
En lo que tiene que ver con el fondo de la reforma constitucional, ya se sabe por declaraciones de los mismos magistrados que no estarán actuando ya que no les corresponde, solo se pronunciarán en lo relativo a los vicios de forma. Si esto ya todo el mundo lo sabe para qué poner en esas al ex presidente a llover sobre lo mojado. Eso se llama ridiculizarlo en público, no tiene otro nombre.
La presión que día y noche ejercen sobre Turbay es grandísima y lo están aprovechando de mala forma para impedir que las propuestas de otros presidentes liberales como López (viejo pero enterito mentalmente), Gaviria y Samper sean aceptadas por el Partido Liberal en el actual debate que vive el país para revitalizar esa colectividad.
Se ve por encima y sin necesidad de ir muy al fondo de las cosas, un afán desesperado de los sectores que acompañan a Álvaro Uribe Vélez de detener un fallo judicial que debe ser libre de presiones, porque creen que no pueden soportar otro fracaso como los muchos que han tenido. Una cosa es consultarlo sobre los grandes temas y otro estarlo manoseando con todo lo que se les venga a la cabeza.
Todo el mundo se ha dado cuenta que es un ser humano muy desgastado, porque el peso de los años deja sus secuelas, al punto, reiteramos, que le toca a su señora que pronunciar los discursos que le programan para él. Todos sabemos que a los uribistas les encanta vivir la ley del abuso, pero ya con Turbay llegaron a límites máximos de crueldad política.
Ponerlo a dar declaraciones, como la registrada por un periódico nacional cuando aseguran que planteó la posibilidad de que la Corte Constitucional se declare incompetente para decidir la exequibilidad de la reforma que aprobó la reelección presidencial inmediata en el país, es pedirle al organismo judicial que no cumpla con sus funciones y que deje pasar las cosas de agache. Los magistrados de la Corte constitucional saben que hacer.
En lo que tiene que ver con el fondo de la reforma constitucional, ya se sabe por declaraciones de los mismos magistrados que no estarán actuando ya que no les corresponde, solo se pronunciarán en lo relativo a los vicios de forma. Si esto ya todo el mundo lo sabe para qué poner en esas al ex presidente a llover sobre lo mojado. Eso se llama ridiculizarlo en público, no tiene otro nombre.
La presión que día y noche ejercen sobre Turbay es grandísima y lo están aprovechando de mala forma para impedir que las propuestas de otros presidentes liberales como López (viejo pero enterito mentalmente), Gaviria y Samper sean aceptadas por el Partido Liberal en el actual debate que vive el país para revitalizar esa colectividad.
Se ve por encima y sin necesidad de ir muy al fondo de las cosas, un afán desesperado de los sectores que acompañan a Álvaro Uribe Vélez de detener un fallo judicial que debe ser libre de presiones, porque creen que no pueden soportar otro fracaso como los muchos que han tenido. Una cosa es consultarlo sobre los grandes temas y otro estarlo manoseando con todo lo que se les venga a la cabeza.
Todo el mundo se ha dado cuenta que es un ser humano muy desgastado, porque el peso de los años deja sus secuelas, al punto, reiteramos, que le toca a su señora que pronunciar los discursos que le programan para él. Todos sabemos que a los uribistas les encanta vivir la ley del abuso, pero ya con Turbay llegaron a límites máximos de crueldad política.
2 comentarios
Miguel Angel Sánchez -
MERCEDES TOLOZA VERA -