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Política

No está muerto todavía

Cuánta razón tienen los notables y dirigentes del partido conservador reunidos recientemente en un hotel del Norte de Bogotá para analizar el fracaso de su colectividad en los últimos tres años y la posibilidad de convertirlo en alternativa de poner como en otras épocas. Están seguros que siguiendo el camino actual, convertidos en cola de león, no van para ninguna parte diferente a su desaparición definitiva del espectro político nacional.

Como la casi totalidad de conservadores, el ex presidente Andrés Pastrana Arango acaba de preguntarle al país ¿Porqué tiene que esperar él hasta que el presidente Uribe sea el candidato, (fallo de la Corte Constitucional) si además Carlos Holguín Sardi dice que el presidente Uribe sin el Partido Conservador no podría gobernar...?

Ahora tomando las palabras del presidente actual del Directorio Nacional Conservador y nadie entienden su criterio cuando asegura que el conservatismo es el gran sopote del gobierno de Alvaro Uribe y acto seguido señala que él puede ser reelegido y gobernar sin el conservatismo. En otras palabras, el partido conservador no tiene intereses propios, los intereses son de las personas que lo dirigen.

Quienes asistieron a estudiar la reactivación conservadora están seguros que para recuperar la presencia nacional es urgente que el Partido tenga un candidato presidencial en el 2006 y lance una lista al Senado y la Cámara que capture el voto de opinión. Esta posición es lógica y tiene que ser aplicada, más cuando sostienen que el conservatismo no es necesario en el uribismo.

Para graficar al conservatismo en los últimos tres años expusieron cifras estadísticas donde se ve que tuvo un desempeño "desastroso" en las últimas elecciones. Sólo tiene una capital de departamento, Mocoa, con 8.000 votos y pasó de tener cerca de 3.000 concejales a 1.960 en todo el país. El 90% son pequeños municipios de menos de 5 mil almas alejadas del desarrollo social.

El día que nació la luz

El pueblo de Colombia tendría que ser extremadamente ingenuo para no entender que busca el Presidente Uribe con sus discursos veintijulieros con los que esta retando a sus antecesores y después de tantos años pidiéndoles cuenta de sus acciones gubernamentales.

El mandatario busca que los medios de comunicación en procura del show se vayan aplazado y de esta forma tiendan una cortina de humo al presente y el futuro político. De esa forma las discusiones cesen de girar en torno a los paramilitares y las prebendas del gobierno para con ellos.

El presidente busca hacernos creer que el mundo comenzó el día de su posesión y que antes solo había tinieblas, oscuridad total, por todas partes. Que ese día nació el bien porque antes todo era malo y confuso, demoníaco desde todo punto de vista. Que él hizo el día y la noche, pero no le van a creer.

Estamos en un momento muy especial y es el de que el gobierno dejó de mirar adelante para gobernar y ahora conduce al país a través de espejos retrovisores. El problema es que en el pasado no se van a encontrar soluciones a los problemas nacionales como el desempleo, el hambre, los desplazados, salud, educación, etc.

Tampoco creo que sea posible que funcionarios recontrol y partidos políticos, no seguidores de su política vayan a cesar de vigilarlo. En su gestión social y su política de benevolencias con los paramilitares dentro del proceso de paz que hace dos años fue planteado.

Así se rompa las vestiduras el presidente, “el país está paramilitarizado” y desde Santafé de ralito, están saliendo órdenes que se compadecen ni tienen cabida en “cese de hostilidades en desarrollo de un diálogo de paz”. La gente del común cree que no hay claridad, lo habido son discursos altaneros.

El país está alelado de que ahora no se pueda hablar de los paramilitares y opinar por temor a que el presidente monte en ira se vaya de lanza en ristre contra quien encuentre en su camino.

El comercio de las leyes colombianas

Los intereses personales y debilidad del legislativo ante otros poderes tienen estancado el trámite de leyes que le fueron presentadas a su consideración. Hay flaqueza técnica en los congresistas, en sus unidades de apoyo y es visible el mercadeo permanente en torno al voto. Así lo establece Transparencia por Colombia, ONG que acaba de terminar un estudio sobre el tema. La total falta de ética es muy notoria.

Según Rosa Inés Ospina, directora de esa corporación, las conclusiones del estudio ‘Riesgos de incidencia indebida de intereses particulares en la formación de leyes’ deja en claro la forma irregular y perversa como se tramitan las leyes en Colombia, desde la elaboración del proyecto hasta la implementación, pasando por los debates, votaciones y conciliaciones.

Las incidencias indebidas se manifiestan en conductas como el abuso del ejercicio legítimo del lobby, la exigencia de decisiones legislativas a cambio de la financiación de campañas, el ofrecimiento de dádivas o prebendas a congresistas a cambio de sus decisiones. Los grupos de interés, incluido el ejecutivo, pueden, de acuerdo con el estudio, incidir directamente en la redacción de los proyectos para acomodarlo a intereses privados y no generales de los colombianos.

La falta de claridad sobre la figura de “conflicto de intereses” en muchas ocasiones hace que algunos congresistas, a pesar de estar impedidos, presenten proyectos por intermedio de terceros y participen en la discusión de esas iniciativas. Quienes están impedidos deciden sobre los impedimentos de los demás.

El estudio confirma el escándalo surgido con el trámite y acusaciones de sobornos de algunas compañías aseguradoras a congresistas, en un proyecto de ley que hasta hace unas semanas buscaba establecer un nuevo seguro para los conductores. Los sobornos del ejecutivo con cargos públicos y contratos en la aprobación del acto legislativo de reelección presidencial, etc.

es urgente reformar la ley 100 en Colombia

“Si no se toman ya los correctivos necesarios y no se ponen límites legales para equilibrar el sistema y corregir los males que lo afectan, en seis o siete años el país se quedará sin hospitales ni clínicas”, sentenció el Senador Eduardo Benítez Maldonado ponente de la reforma a la ley 100 que establece los esquemas para el servicio de salud en el país.

En esa ley se observan cosas como las de que la importancia se le otorga no al se humano o paciente, sino a la salud económica de las organizaciones comerciales dedicadas a la prestación servicios de sanitarios. El desvío y abuso de los recursos de salud, lo que han llevado a la crisis total de las redes hospitalarias.

Hay tendencia a crear centros privados y exclusivos para la atención de sus afiliados que están generando un modelo de servicio excluyente que no se compadece con las necesidades de los pacientes y menos de aquellos que padecen enfermedades catastróficas o de alto costo.

Sobre ponerle límites a la acción de tutela en la salud, el senador Benítez, aseguró es un exabrupto total. Por el contrario, hay necesidad de ampliarla y consolidarla para que de esa forma sea el ser hombre, la mujer o el niño y no el dinero el objetivo de la ley y los servicios de salud tanto en lo oficial como privado.

Busca hacer obligatorio en el POS el concepto de obligatoriedad (para las EPS) de atender todo lo referente a enfermedades de alto costo, así mismo se desea subsidiar a través del FOSYGA todos los excedentes que se produzcan por atención de enfermedades de este tipo. Se establecerá la defensa de los usuarios en todos los niveles.

El régimen contributivo, será ampliaría hasta en un año la cobertura en salud para las personas que haya estado aportando y queden cesantes, etc. La reforma propone mayor cobertura cuando tengan que ver con los trabajadores para lograr conseguir el inexistente equilibrio entre beneficio del afiliado y la empresa de salud.

El Clero también opina

La Iglesia Católica colombiana no está convencida de los acuerdos de paz que el gobierno desarrolla con los paramilitares y pide comisiones de la verdad para evitar la impunidad del grupo armado ilegal. Con su propuesta tiene fe en que se pueda garantizar reparación efectiva a las víctimas y evitar la continuación de actos salvajes y criminales como hasta el momento en los dos últimos años.

La idea surge de la Conferencia Episcopal al concluir el Tercer Congreso Nacional de Reconciliación, convocado con el lema "Si quieres la paz trabaja por la justicia". Los prelados se refirieron claramente, sin mencionarlas, a las negociaciones de paz entre el Gobierno y el grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, criticadas dentro y fuera del país por el riesgo de la impunidad que implica lo actuado.

El clero colombiano cree que el país tiene que proceder al esclarecimiento de todos los hechos violentos y repugnantes como masacres, desapariciones forzadas, secuestros etc. que han lesionado en lo más profundo de su ser a familias y comunidades enteras sumiéndolas en la desesperanza y el dolor. No dudan un segundo que no habrá paz sin justicia social.

La recuperación de la memoria histórica es fundamental para la reconciliación dentro de un marco de justicia restaurativa que implica la reparación. La Conferencia Episcopal fue firme al asegurar que "las leyes no pueden amparar la impunidad aún bajo la sana intención de propiciar la paz en el país" por lo que reclamaron un marco legal objetivo y viable.

La situación en materia de diálogos es preocupante y se manifiesta en los altos índices de impunidad y violación a la palabra empeñada. El Congreso colombiano estudia actualmente una regulación a la reinserción de los paramilitares, pero entidades nacionales e internacionales consideran que la propuesta no garantiza la reparación; pocos sectores de la comunidad a excepción del gobierno no creen en sus bondades.

Desconfianza en el sistema electoral colombiano

Colombianos confían poco en el sistema electoral y tienen plena razón. Los escándalos son automáticos cada vez que es convocado a la escogencia de algún funcionario por elección popular desde el presidente de la república hasta el más humilde concejal de las regiones apartadas.

En un estudio sobre confianza en las instituciones democráticas, las elecciones y el Consejo Electoral ocuparon los últimos puestos junto con los partidos políticos Estas últimas son las instituciones en la que menos confían los colombianos (incluidos los partidos nuevos). Como es costumbre en nuestra cultura, el gobierno no aceptó su parte y responsabilizó automáticamente a los partidos políticos.

La Registradora Nacional del Estado Civil, Almabeatriz Rengifo, tratando de despreciar la calificación popular dijo que los resultados de la encuesta fueron influenciados por el fraude en la elección del Senado del 2002 y la polémica por el censo electoral después del referendo. La respuesta le quedó corta, porque además influyeron más de 300 situaciones irregulares donde aparecen con los políticos muchos funcionarios de la Registraduría.

El presidente del Consejo Nacional Electoral, Roberto Bornacelli, actúo diferente a la Registradora y reconoció la crisis del sistema y explicó que se debe, en parte, a un “código electoral obsoleto”, incompatible con la Constitución del 91, pues aún se habla de ‘papeletas’ en vez de ‘tarjetones’ y lo peor, no hay interés del gobierno para eliminar los procedimientos que permiten el fraude a los deshonestos. Hay proyectos pero muy lejanos.

La pésima calificación del sistema electoral colombiano está consignada en el informe “La Cultura Política de la Democracia en Colombia, 2004”, comisionado y financiado por la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (Usaid) y divulgado por la Fundación Buen Gobierno y el Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales.

Colombia perdería ayuda internacional

El contralor encargado Luis Bernardo Flórez Encizo, advirtió que Colombia podría perder la cooperación internacional para la defensa del medio ambiente, estimada en cerca de 150 mil millones de pesos al año, si lleva a la práctica una resolución del Consejo Nacional de Estupefacientes que autoriza fumigar con glifosato las áreas protegidas del Sistema de Parques Nacionales Naturales.

En opinión de la Contraloría General de la Nación, "Esta decisión no resulta coherente en una política gubernamental que por un lado solicita ayuda extranjera para la conservación de los recursos naturales y por otro lado decide fumigar las áreas que se conservan con esa cooperación internacional" dijo el contralor encargado en una carta al director nacional de Estupefacientes, Juan Carlos Vives Menotti.

Para la Contraloría, la decisión de fumigar pone en alto riesgo la ayuda extranjera en un país cuyas limitaciones presupuestales le impiden adelantar la conservación ambiental, estratégica y prioritaria para garantizar el desarrollo sostenible. El organismo de control pidió al gobierno revisar la decisión para evitar un posible daño al medioambiente y al tesoro público.

Lo argumentos expuestos por el gobierno y las estadísticas oficiales frente a la supuesta efectividad de erradicar con glifosato cultivos ilícitos no han sido muy transparentes. Se sabe por informes gubernamentales que hay regiones donde han fumigado con la presencia de funcionarios norteamericanos y el cultivo ha aumentado en cambio redisminuir como en el Magdalena Medio.

La destrucción de plantaciones ilegales no debe hacerse con aspersión de sustancias químicas porque aún no se han resuelto las serias dudas sobre la legalidad de esta acción y subsiste una gran incertidumbre los efectos perniciosos en el medio ambiente y sus ecosistemas. Dadas las espacialísimas condiciones del patrimonio natural, la erradicación debe hacerse manualmente.

Deserción Universitaria

La mitad de los jóvenes colombianos que han tenido acceso a las universidades se retiran estudios y no llegan a ser profesionales. El factor principal falta de recursos pero también porque vienen mal preparados del colegio y no cumplen con los niveles académicos. Las cifras divulgadas corresponden a estudiantes que ingresaron en 1999 y terminarían en el 2004. Este indicativo es calificado como de "muy alta la deserción”. Medicina e ingenierías son los programas de los que más afectados.

El Gobierno y las universidades han tratado de aplicar políticas creadas por ellos para retenerlos y facilitarles una carrera pero no han dejado resultados halagüeños. Es imperativo volver sobre el tema con nuevas iniciativas y compromiso total del gobierno, la universidad y la empresa privada.

Desde el ángulo gobierno hay afirmaciones que existen créditos del Icetex pero saben son exiguos. Son 50 mil millones de pesos que desembolsa cada semestre. En el Congreso radicó un proyecto de ley para transformar el Icetex y convertirlo en una sociedad por acciones. Sus dueños serían la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter), el Fondo Nacional del Ahorro, el Fondo de Financiamiento Agropecuario (Finagro) y el mismo Icetex.

El gobierno aseguró que está buscando con la banca privada que garantice créditos para estudio con menores tasas y más largos plazos de amortización. No ha habido una respuesta mientras que opiniones públicas poner en duda la posibilidad que llegue a ocurrir pues consideran que la banca colombiana es "agiotista" y no tiene nada de social.

Algunas universidades oficiales como la Tecnológica de Pereira, la del Valle, la de Tunja, la Industrial de Santander (UIS) y la Distrital abrieron carreras nocturnas para que los estudiantes puedan trabajar. Pero, se requiere que el estudiante disponga de trabajo, tarea de la empresa privada la que se ha mostrado renuente a crear y ofrecer puestos permanentes.

Pelea de vecindario

El presidente de la república cayó en la primera al descararse que está en franca y abierta campaña política. Al hombre se le olvidó que su función es gobernar y no discutir con los adversarios políticos. Que sus respuestas tienen que ser hechos y no palabras huecas que se lleva el viento. César Gaviria hizo posible que Álvaro Uribe se saliera de su ropa a responder como cualquier señora de vecindario.

No creo que sean sus contradictores quienes tengan que aportar las pruebas de que su administración tiene relaciones con el paramilitarismo. Como presidente es él el que tiene que probarle y rendirle cuentas con hechos al país que las cosas no son así. En el Congreso de la República sus amigos han hablado de una lista de paramilitares en el uribismo lo estarían apoyando en la reelección y no lo ha desmentido.

La verdad es que un presidente no puede mostrarse energúmeno y amenazante porque lo critican bien sea con verdades o con mentiras. Ahí es cuando toma valor el comentario de Cesar Gaviria al señalar que “Bueno, tendrá la cabeza caliente el señor presidente, desde luego acepto ese debate”. Explicó que no es Gaviria sino el presidente el que tiene que rendirle cuentas al pueblo de Colombia de todo lo que los ciudadanos quieran saber.

Acaso será verdad la afirmación de Gaviria al referirse a Uribe cuando señaló que “dejo su oficio a un lado para volverse candidato a la Presidencia”. Si es así que hable claro o de lo contrario los colombianos no tenemos porque estar viviendo el espectáculo de un presidente enloquecido respondiéndole con retos a todos los que lo critiquen. Las personas “brincan” solo cuando le pisan los callos o le rozan una herida.

Todas las cosas en esta vida tienen por encima del interés político su sentido común. Si se pone en enfrentamientos netamente políticos banderizos, está haciendo política partidista y lo político que le interesa a él con toda el alma es su reelección en el cargo.

Hay posibilidad para que Colombia sea un país social

La principal decisión del próximo Congreso Liberal debe ser un compromiso a fondo con el pueblo colombiano, sobre los aspectos que inciden en su vida, sus familias y su destino. Los colombianos de los sectores populares y clase media ya están hastiados de gobiernos en los que hay total indiferencia por la acción social y tiene todas las proyecciones aplicadas al sector económico alto, el clientelismo y la discriminación.

“Otra Colombia es posible, si el Partido Liberal y las distintas expresiones políticas y sociales no comprometidas con la gestión gubernamental, asumen la responsabilidad de darle un vuelco a esta lamentable situación, para prodigarle a los colombianos convivencia, estabilidad política, seguridad jurídica, equidad, democracia, una inserción equitativa en la globalización y un lugar decoroso en el concierto de las naciones”, es la invitación del santandereano Horacio Serpa Uribe.

Los colombianos merecen un nuevo concepto de sociedad, un diferente modelo económico de desarrollo, una economía que reparta beneficios para que crezca a los niveles que permitan ir superando la desigualdad, una seguridad integral, una cultura de la convivencia y un conglomerado que tenga ingreso, reciba educación, cuente con salud, goce de vivienda y tenga razones para estar contento, defender la democracia y sentirse orgulloso de ser colombiano, son las alternativas.

La única posibilidad que tenemos los colombianos son las elecciones parlamentarias y presidenciales. Si se dejan pasar no habrá manera de que esto cambie. Para que el país y sus políticas evolucionen a lo social hay que ser reales y actual sin contemplaciones. La reelección de Uribe como dijo, Alfonso López Michensen, no es recomendable para esos propósitos, como tampoco lo es el congreso que amparó las acciones de discriminación, concentración y castigo a las clases populares. Polo está esperando si el Partido Liberal no es capaz de socializarse totalmente.

Parlamentarios colombianos buscan nuevo acomodo

A partir del mes de mayo se van a comenzar a presentar una serie de reubicaciones políticas de los parlamentarios. Muchos factores pueden primar para que este fenómeno, en antevísperas de elecciones de cuerpos colegiados sea registrado. Los unos porque no se sienten cómodos ideológicamente donde están, aquellos porque no recibieron el pago que esperaban (contratos, convenios y nombramientos, etc.) y otros porque quieren acomodarse mejor para asegurar su reelección.

Uno de esos casos es el del senador independiente y actual vicepresidente del Senado, Jesús Bernal Amorocho, quien anunció su adhesión al Polo Democrático Independiente. Según dijo, la decisión la adoptó luego de un largo análisis acerca del actual momento y de la necesidad de fortalecer una línea política social y democrática. Bernal Amorocho fue presidente del Sindicato de Trabajadores de la Caja Agraria y hace parte de la Comisión VII del Senado.

Ya se sabe de varios que están por los lados del uribismo, que son originarios del Partido Liberal, permanecen esperando que se realice la convención nacional de esta colectividad para retornar. Se habían ido por conveniencia pero parece que no les ha resultado la volteada. Además observan que en el uribismo no hay espacio para tanta gente cuando llegue el momento de proponer el nombre la opinión ciudadana.

Sobre lo atinente al Partido Liberal hay ofrecimientos de que no habrá revanchas con nadie por posiciones anteriores, pero se le exigirá a que su presencia y el futuro aval de la colectividad dependan del respeto a la ideología y estatutos. Creen que no se trata de exigencias salidas de tono, sino por el contrario, lógicas no solo en el Partido Liberal sino en cualquier organización.

Según politólogos experimentados viendo la tendencia de las últimas elecciones, podrían presentarse cambios en los nombres de los congresistas en un 60%. Están en campaña cantidad de aspirantes de alta credibilidad y respeto por parte del electorado

Sindicalismo colombiano quiere hacer política partidista

Que buen mensaje acaban de dar los sectores obreros y trabajadores con motivo del Día Internacional del Trabajo. Parece que reflexionaron y van a pensar en grande, no solo en el marco de un pliego de peticiones y como acción pública salir a pintar letreros en las paredes.

Los trabajadores colombianos decidieron actuar en lo que debieran haber estado desde hace muchos años. En la actividad política para buscar el poder. Brasil es un ejemplo de que la las obrera si puede manejar los países con acierto. En Colombia hay ejemplos en que los sindicalistas pueden ser alcaldes, gobernadores, ministros, parlamentarios, etc.

“El sindicalismo se ha constituido en una fuerza política determinante” dijo a los medios de comunicación bogotanos, Roberto Gómez, presidente de la CGT y eso es de alabar y apoyar. Dios quiera que en poco tiempo podamos contar con un sindicalismo político, fuerte y autónomo, con ideas sociales pero lejos de partidos caducos o revoluciones guerrilleras que jamás llegarán.

Luis Eduardo Garzón, es un sindicalista de tiempo completo y es Alcalde de Bogotá, considerado el segundo cargo más importante de Colombia. Eso lo consiguió porque pensó y se aceptó a las ideas y ambiente real de la política. Se salió del cascaron en que el sindicalista siempre ha estado preso.

“Se impulsará un candidato que enfrente con éxito a una eventual candidatura de Uribe”, fue el acuerdo a que llegaron los obreros en 32 departamentos de Colombia. Un candidato que ofrezca garantías ciertas contra la pobreza, el desempleo, la discriminación laboral contra la mujer, la explotación infantil, etc.

Tendrá que garantizar que no habrá exclusión ninguna índole y por encima del dinero sea considerado el ser humano como elemento fundamental de nuestro estado. “Lo que necesitamos es inversión para generar trabajo digno y bien remunerado, no pocas empresas multimillonarias y 30 millones de colombianos en la miseria”.

Es mejor la honradez que la disciplina

No solo en los horarios deben cumplir los parlamentarios para decirle al pueblo colombiano que la misión a ellos encomendada en las elecciones está cumplida a cabalidad. Todos los que están en el senado y la cámara sin excepción salieron a la plaza pública a pedir el voto porque iban a trabajan en beneficio de las clases populares. Ninguno de ellos propuso que lo haría por los poderes económicos, políticos y menos en su propio beneficio.
El jefe del ejecutivo colombiano, Álvaro Uribe, como siempre ha querido, trata de inmiscuirse en los asuntos del congreso y manejarlo a su antojo y no como lo desean sus integrantes. Aseguró que “quiero ver al legislativo haciendo cinco plenarias a la semana, con las comisiones reuniéndose a toda hora y con un quórum completo desde el principio hasta el final de la sesión”.
No es asistiendo a mil sesiones y aprobando leyes que vayan en contra de las gentes de bajos recursos y en beneficio de la cúpula económica como se le va a considerar es un buen congreso. Cualquier colombiano se pondría feliz de esa institución si trabajan con sentido humano, social, de solucionarles los problemas a las comunidades y no produciendo leyes que los van a desmejorar como ha venido sucediendo en los dos últimos años.
La reelección la consiguen no actuando como títeres maniobrados desde la presidencia de la república, sin criterio propio. El presidente cree que es haciendo muchas reuniones como se consagran como buenos y eso no es verdad. El congreso es bueno si cumplió con sus electores siquiera en un 80% de sus promesas y hasta el momento no pasan de un 2%. Han hecho todo lo contrario.
Es igualmente falso que “un Congreso donde se respete a todo el que esté hablando, de un Congreso más disciplinado”. Para respetarse el congresista requiere estudio, carácter y seriedad con sus electores y con ellos mismos. Saber decir no a los sobornos con puestos y contratos, es mejor que ser disciplinado.

Abren camino a honorabilidad parlamentaria colombiana

Definitivamente todo lo que tenga que ver con “honestidad y parlamentarios”, debe ser muy bien demarcado en Colombia. No se puede dejar ni un solo segundo a que la práctica de la honorabilidad y las buenas costumbres sea voluntaria. Como los atracadores y ladrones de la calle, para la mayor parte de estos señores, la ley es para ser burlada y no para cumplirla. Piensan lo mismo que cualquier delincuente y las pruebas están en el “Carrusel de Pensiones”.

Saben a ciencia y conciencia que esta práctica no es correcta, pero la usan a cada momento y aún más, le sacan el lance a las propuestas con las que se procura ponerle freno a la conducta abusiva. Ese es el caso de la reforma pensional, que incluyó un inciso que señala que "la ley establecerá un procedimiento breve para la revisión de las pensiones reconocidas sin el cumplimiento de los requisitos legales o con abuso del derecho".

En la Comisión Séptima de la Cámara pretendieron hundir la inquietud pero, hubo una apelación a la plenaria y allí aprobaron el informe de la Comisión Accidental, que conceptuó la necesidad de enviar el proyecto 124 a la Comisión III reviviendo la iniciativa. Para que la gente sepa solo un parlamentario lo aprobó en la Comisión Séptima, Jaime Amín Hernández.

La apelación presentada por Carlos Ignacio Cuervo ante la plenaria, fue aceptada por la Comisión Accidental integrada por Carlos Arturo Piedrahíta, Wilson Borja, Sergio Diazgranados y Telésforo Pedraza, quienes consideraron justo que en el país se tengan normas que eviten que algunos congresistas se pensionen con un mínimo de cuatro años de ejercicio dentro del legislativo.

El otorgamiento de pensiones sin el lleno de los requisitos de ley, ha llevado a que ex congresistas y altos funcionarios salgan con mesadas muy elevadas y eso no es justo ni guarda ninguna norma de equidad. Los suplentes solo asistían unas semanas y eso era suficiente. Eso es inmoral y deshonesto, creen los electores.

Gobierno presiona unidad de sus opositores

Democrático está forzando que las dos colectividades lleguen a un acuerdo definitivo y unan fuerzas para enfrentar a Álvaro Uribe en la presunta reelección presidencial.

El desprecio que los uribistas muestran por los parlamentarios de estas dos colectividades está sirviendo para estimular el espíritu de participación y acción de las bases. Nunca nadie esta a favor del victimario sino de la víctima que para el caso son el partido Liberal y Polo democrático.

"Se burlaron, se rieron de nosotros aprobando el acto legislativo y ahora quieren hacer lo mismo con la ley de garantías", dijo el senador Piedrahíta del Partido Liberal. Nunca antes ha habido una posición tan arrogante y desconocedora de los derechos de los demás que en esta ocasión.

Es lo que diga el presidente para acomodar su reelección sin que lo demás tenga importancia. El senador Antonio Navarro Wolf, miembro de la directiva del Polo Democrático Independiente (PDI), admitió que hay un acuerdo con el Partido Liberal en marcha para presentar una ponencia alternativa a la del Gobierno sobre garantías electorales.

Politólogos experimentados señalan que de esa forma es como se inician los grandes acuerdos. Logrado un primer acuerdo es posible el segundo, etc. La situación política obliga a encontrar puntos convergentes entre los dos partidos políticos de izquierda tanto en lo estructural como lo ideológico.

Mientras más cerrada sea la posición de los uribistas y el presidente para impedir que las inquietudes Liberales y de Polo tomen forma, más posibilidades le dará a una unión para enfrentar la reelección. De esa manera los muchos votos que sirvieron para sacar senadores y representantes hoy en el uribismo, serán para nuevas caras liberales.

Para las próximas elecciones parlamentarias los uribistas se debilitarán pues no podrán beneficiarse de los liberales que los eligieron por haber sido sancionados o despreciar al partido.

Se diluye el conservatismo en Colombia

El destacado dirigente conservador, Jorge Leyva Valenzuela, definió con exactitud qué está sucediendo en el país en materia política: “Lo que hay es una sed de poder personalista con una determinada visión sobre algunos temas específicos, pero no más”. Lo hizo en un escrito público reafirmando que es verdad que su partido está desapareciendo porque ninguno de sus dirigentes da la talla. El consuelo es la falsa premisa de que ellos “están gobernando” al actuar como escuderos del gobierno de Álvaro Uribe, no justifica la debilidad manifiesta del conservatismo.

Leyva Valenzuela en su análisis profundiza más y señaló que “Es más, la cosa es tan grave, que si en Colombia no hubiera guerra, habría que reinventar la política”. En el país ya no hay ideologías o posiciones de conciencia por parte de los “partidos” porque todo lo han convertido en “negociable”. El partido conservador negocia su apoyo por unos puestos para los hijos de los integrantes de la junta directiva nacional, unos contratos y eso llaman “estar gobernando”. El partido conservador no está gobernando, es un simple peón de briega, reemplazable en cualquier momento.

La falta de ideología y la entrega a otro partido por conveniencia o por simple “negociación” hace cada vez más grande la debilidad del conservatismo. Cree no se es fuerte cuando la ideologías se diluyan y son arrastrados al punto de creer que el Estado Social es una postura comunista, como piensa buena parte de los conservadores y algunos liberales uribistas. Que los derechos del hombre (humanos), también. Que el respeto de la dignidad de la persona es un pilar del Estado y no un poema de amor. Que los derechos económicos existen porque existe la desigualdad, etc.

En Colombia los matices políticos no existen. Los matices como sus ideologías se esfuman ante la posibilidad de un puesto burocrático. Se renuncia en secreto sin reato de conciencia y se está en posición contraria de forma tan simple como un bebé llora cuando tiene hambre. Es la verdad.

Bienvenida, ley de bancadas

Bienvenida, ley de bancadas Parece que va por buen camino y sobre todo que llegará a puerto seguro el proyecto de ley que reglamentará la práctica de bancadas en el ejercicio de la política partidista en el país. La parte fundamental de la nueva norma es la de que habrá sanciones a quienes desacaten los acuerdos y mandatos que los sectores políticos tengan para enfrentar una situación específica en los cuerpos colegiados de elección popular. En pocas palabras es ponerle un poco de orden al desenfreno que hoy existe en materia de representatividad política.

Los miembros de corporaciones públicas de elección popular que pertenezcan a un mismo partido tendrán que actuar en bancada es el mandato de la reforma política de 2003 y no cada cual como se le de la gana. Según el texto aprobado, las sanciones a los congresistas, diputados, concejales y ediles, serán impuestas por el partido o movimiento político al que pertenecen sus curules. Se restablece la autoridad de los partidos sobre sus voceros. Esta norma comienza a darle forma y seriedad a la representación política que cada cual adquirió en la campaña electoral y eso es bueno para la democracia colombiana que en esa materia se había desvirtuado hasta el máximo.

De acuerdo con la iniciativa, las medidas correctivas que tomen los partidos tienen que ser fuertes, con sanciones que contemplen hasta la expulsión y se deben imponer en un término máximo de 90 días después de los desacatos. Ordena la existencia de voceros de los partidos en cada comisión. Serán los encargados de intervenir para exponer la posición de su grupo político. La iniciativa pasará a último debate en la plenaria de la Cámara de Representantes. El proyecto, que consta de 39 artículos entrará en vigencia para Asambleas, Concejos y Juntas Administradoras Locales, tan pronto sea sancionado por el Presidente de la República.

Para el Congreso será a partir de año 2006 ya que estos señores fueron elegidos con las normas anteriores a la vigencia de la reforma política. Por eso están de ferias con el "carrusel de las Pensiones”. Solo a partir de las próximas elecciones desaparecerán estas actuaciones pecaminosas y repugnantes ejecutadas por los mismos parlamentarios que fueron los responsables de la desmoralización de los partidos. Se acabarán los concejales y diputados que viven saltando de uno en otro partido político o posición de respaldo o rechazo sobre un tema solo para tomar satisfacer sus estómagos y chequeras. Comienza aplicarse la dignificación de los partidos y eso es bueno para la democracia.

El Carrusel de Pensiones, un negocio jugoso

A la gran mayoría de los actuales congresistas colombianos solo les preocupa el interés de hacer dinero para abultar sus chequeras que ya están a reventar. No mueven un dedo y antes por el contrario se van de lanza en ristre contra quienes hacen propuestas de modificar los actos dolosos y de muy bajo nivel ético que son entre ellos el pan de cada día. Uno caso para enmarcar es el “carrusel de las pensiones”.

No sobra traer a la historia datos como los de que los titulares de las curules, en el Senado como en la Cámara, tienen el gran negocio de cobrarle elevadísimas cantidades de dinero sus suplentes, para permitirles sesionar por algunos meses y de esta forma obtener pensiones de $16 y más millones de pesos mensuales sin haber actuado más de seis meses. Otros de estos sujetos ya están pensionados pero se hacen elegir solo con el fin de vender la asistencia a las sesiones.

Una reciente información salida de la cámara señala que para poner fin a esa situación, el representante Jaime Amín Hernández presentó un proyecto de ley que exigía que, para hacerse acreedor a una jubilación de congresista, el beneficiario debía ocupar la respectiva curul por lo menos durante cuatro años. ¿Sabe que pasó? El proyecto fue derrotado en la Comisión Séptima de la Cámara, por 18 votos en contra y solo uno a favor. Los honorables y dignísimos representantes de esta comisión no están dispuestos a dejar de vender la asistencia de sus suplentes.

La decisión de la Comisión Séptima fue apelada, la acción aceptada y la Cámara en pleno encargó a Wilson Borja, Carlos Arturo Piedrahita y Telésforo Pedraza, la preparación de un informe sobre el tema. Los comisionados no han decidido aún su respuesta, por el contrario están tratando de buscarle curvas para impedir una ley que bloqueé el carrusel de las pensiones. Telésforo Pedrada presentaría un informe positivo, pero no se sabe los otros dos que ya ven la cosa como “difícil”.

La verdad es que dan asco sus actuaciones. No les interesa más que sus estómagos protuberantes y seguir engullendo a pesar de estar ahítos y eructando agrieras. El congreso de que en una época se dijo era “admirable” por parte de uno de los más grandes reaccionarios y violadores de las normas legales, no son más que gentes mañosas y descaradas sin ningún respeto por si mismos y las comunidades que dicen estar representando. Se salvan unos muy poquitos.

No creo que exista un solo colombiano que haya votado por un representante o senador para que ponga afuncionar como negocio particular la venta a sus suplentes de la posibilidad de una pensión de $14 o más millones de pesos por ir unos pocos meses a sentarse a bostezar por mínimas horas a la semana. ¿Qué hacer con ellos, volverlos a elegir? ¿Frenarlos de una vez y por todas negándoles el voto en las próximas elecciones?

Hacia el querer popular de los liberales

Hacia el querer popular de los liberales El Partido Liberal no se va a ir al abismo como pregona en un reportaje el antioqueño Luis Guillermo Vélez. Todo parece señalar que quienes se van a ir al despeñadero serán aquellas personas que año tras año en cambio de servirle al Partido Liberal, se han servido de este. La gente está aburrida de ellos, mientras ven con buenos ojos el acceso de nuevas figuras que estén decididas hablar y actuar claro. Las jerigonzas utilizadas por esos ancianos “jefes” del “liberalismo urbista”, no convencen a nadie. Por ejemplo, para saber que quieren decir con “colaboración constructiva con independencia crítica frente al gobierno Uribe”, se necesita de intérprete.
Este señor dice que derrotado el Partido Liberal en el 2002 se plateó que no habría oposición al gobierno, eso puede ser cierto. Hasta ese momento tampoco había habido ningún mal tratamiento de Alvaro Uribe como presidente para con el liberalismo y su ideario. Al pasar el tiempo solo ha demostrado que siente desprecio por su vieja colectividad y ha desconocido por completo los postulados doctrinarios del liberalismo. Esa fue la causa por la cual a partir de Rodrigo Rivera el Partido Liberal esta volviendo por sus fueros, ser de izquierda, antes que el presidente Uribe Vélez lo destruya por completo para no tener competencia en sus aspiraciones personales.
Es totalmente ridículo que Luis Guillermo Vélez hable de estatutos, cuando hubo necesidad de sancionarlo por violarlos de diferente forma. Cuando quiso pisotear su ideario al trata que el partido que es de de matices de izquierda social, llevarlo a ser de centro o de derecha como él y el presidente Álvaro Uribe. Está totalmente loco cuando afirma que “Aún así tengo la esperanza de que el partido encuentre un nuevo rumbo”. El rumbo está marcado desde hace mucho tiempo. Es el la izquierda social, el de poner el Estado al servicio de los colombianos, no los colombianos al servicio de un gobierno o una élite de poderosos e intocables económica y políticamente.
Tiene toda la razón del mundo cuando declara que “Yo no voy a participar en el congreso liberal de junio y opinar sobre eso sería opinar en predio ajeno”. El Partido Liberal ya dejó de ser sus predios en el momento en que él decidió apoyar las derechas de este país, despreciar la izquierda social y desconocer sus estatutos. Nadie hace falta ni nadie sobra en el Partido Liberal en calidad de senadores o representantes. Hay miles mucho más capaces y brillantes haciendo cola y no los han dejado pasar a demostrar sus habilidades. Con Luis Guillermo Vélez por fuera del liberalismo, es mucho lo que se beneficia la colectividad roja.
Siempre que por sus malas actuaciones una persona es castigada lo primero que hace es desearle mala suerte y tratar de hacerle mal a quienes no toleraron sus desafueros. Eso le esta pasando al don Luis Guillermo y la directiva del partido. Por eso sus declaraciones pesaran dentro del uribismo, pero no dentro del liberalismo. “Si el liberalismo quiere volver a tomar el rumbo como partido mayoritario y representativo, tiene que conectarse con el querer popular…” eso es verdad y creo que eso está sucediendo. Ya no solo pesan en el liberalismo sus senadores y representantes, también volvieron a pesar el carnicero, el taxista, el zapatero, etc. que es donde nace el querer popular, no entre los cortesanos uribistas.

Retrocediendo en la historia colombiana

Retrocediendo en la historia colombiana El gobierno no halla como darle nuevas fuerzas al clientelismo en el país y por debajo de la mesa está estimulando a seguidores suyos a regresar sobre tiempos idos y de muy mala recordación. El presidente que tanto condenó las clientelas de sus contrincantes y a quien le escuche en más de 30 ocasiones decir que lo combatiría hasta desterrarlo de la faz de la tierra, durante la campaña presidencial, es su primer impulsor. La doble moral sale a flote: Cuando ese clientelismo era para beneficio de los demás era malo y pecaminoso pero ahora que le sirve para hallar apoyo de los parlamentarios para su causa reelecionista, es bueno y bondadoso como nunca antes lo fue.

La noticia “Los congresistas podrán ser ministros o embajadores” no sorprende, porque el grupo Uribista y conservador estaban desesperados tras de eso desde hace rato, desde que les dio por acomodar la Constitución del 91 a sus intereses personales desechando los nacionales. Lo que sorprende es que proyecto de acto legislativo que reforma el artículo 180 que satisface sus ansias personales, es que perderán su condición de senadores o representantes a la Cámara. Bueno, hasta ahora va el primer debate, pero estamos seguros que son tan inmorales que al llegar al último debate le han quitado al proyecto ese condicionamiento.

Por ahí hay una propuesta para incluir, si es que no se puede trancar el hecho para incluir un inciso en el que se exija un aval del partido por el cual salió elegido para que el senador o representante ocupe ese cargo. De la misma forma señalaría que tiene que ser la segunda persona con mayor votación de la lista inscrita ante la Registraduría Nacional quien entre hacer el reemplazo hasta terminar el tiempo para el cual fue elegido quien deja de ser parlamentario, sin dar saltos en el orden de volumen electoral. Estas propuestas no son tan sanas, pero ante la voracidad Uribista algo tranca.

Estoy de acuerdo con el ex presidente César Gaviria de que hay que defender la constitución de los depredadores uribistas, veremos a ver que pasa de ahora en adelante, si los senadores y representantes liberales aceptan la propuesta de Gaviria o se van hacer los pendejos y dejar que diseccionen la Constitución para ampliar el radio de acción del desaforado clientelismo Uribista pensando también que en el futuro los puede beneficiar personalmente. Con este nuevo mordisco que le quieren dar a la Constitución veremos que grande y decisivo es poder de convocatoria de Gaviria. No entendería que fuera una propuesta teórica o virtual de defender la Constitución del 91.